9.14.2006

Una ciudad incomparablemente violenta

El titulo de este post, se lo copie a mi amigo sueco, que pese a que le gusta mucho Guatemala, y tambien pese a que vivio mucho tiempo aqui, salio mas corriendo que andando de regreso y con toda la razon, ese es el tema en todos lados, lo incomparablemente violenta que es esta ciudad, por donde se le vea.

Y no es que me haya pasado nada, no he sido: asaltado, robado, violado, secuestrado, asesinado, somatado y un largo etcetera, aun... y es que esto es lo que forma la vida diaria en Ciudad de Guatemala, y que es lo mismo en sus paises vecinos tanto al norte como al sur.

He estado publicando sobre India, y contrastando se resuelve, la excusa que mucha gente pone por aqui a la violencia, No. No es por la pobreza, y nuestra sociedad no es por pobre que esta enferma, estamos mas enfermos que pobres. A lo que queria llegar, es que se puede ser pobre pero honrado, y alli esta de ejemplo la tumultosa ciudad de Delhi, donde no corre usted el peligro de ser asaltado, robado, violado, secuestrado, somatado y un largo etcetera, y eso a pesar de estar llena de pobres. A mi me deja esta comparacion pensado sobre los supuestos valores 'cristianos' de esta sociedad y de la mayoria de sociedades occidentales. No les parece contradictorio?

1 comentario:

Carolina dijo...

Tiene razón. Guatemala es un pais enfermo, conformada de habitantes enfermos del alma.
No se trata de conseguir lo que se quiere a cualquier precio, se trata de NO PERMITIR que el vecino tenga algo, e impedirlo a toda costa. Y prueba de eso es que los mareros (pandillas vinculadas con el narcotráfico), ladrones, asaltantes, secuestradores, estafadores y demás, que son el azote diario, se acompañan de la fortuna material. Pero estos maleantes, viven con todo y sus miles de dólares, en asentamientos, pauperrimos, inmundos y en condiciones precarias. En vez de buscar una vida mas cómoda. Simplemente, son tan enfermos que nisiqueira aspiran a salir de la pobreza, aunque tengan poder económico para hacerlo. Los únicos maleantes acomodados, en éste pais, son los políticos. Pero ladrón que roba a ladrón . . . Y de vuelta al círculo vicioso.